Mejor en el juego, no en el resultado

En los días previos al Boxing Day corría con fuerza el rumor de que si el Manchester United no lograba un resultado positivo en su visita a Stoke-on-Trent el cargo de Louis Van Gaal podía peligrar seriamente. Pues bien, el United cayó derrotado (2-0) realizando una actuación muy pobre y, pese a ello, Van Gaal se sentó en el banquillo de Old Trafford para dirigir al equipo en el tan importante partido ante el Chelsea de Guus Hiddink. Por ello dicho encuentro volvió a ser catalogado como una cita clave en relación al futuro inminente del técnico holandés.

E igual que hiciera apenas un par de días antes sabiendo la importancia del encuentro, Van Gaal volvió a sorprender con la alineación elegida. Ante el Stoke sorprendió por el hecho de que Wayne Rooney no fuera de la partida, y ante el Chelsea porque por primera vez en la temporada alineó el centro del campo que tanta gente venía pidiendo. Schweinsteiger y Schneiderlin formaron pareja en el centro del campo con Ander Herrera jugando unos metros por delante. Nadie discute que estos sean los tres jugadores más talentosos de la plantilla para ocupar dichas demarcaciones, pero Van Gaal nunca había optado por juntar a los tres a la vez en el terreno de juego. Ante el Chelsea, esto sucedió y el balón circuló mucho más fluido desde el primer momento. Los ataques eran mucho más dinámicos, el equipo gozaba de profundidad por ambas bandas, Martial aportaba el desequilibrio y las ocasiones llegaban con relativa facilidad. Es decir, el equipo exhibió todo lo que echó en falta en el Boxing Day ante el Stoke City.

Partiendo de esta base, el Manchester United completó una gran primera parte jugando los que, probablemente, hayan sido los mejores minutos del equipo dirigido por Van Gaal en lo que va de temporada. Tanto en el aspecto ofensivo como en el defensivo, ya que no concedieron ninguna contra peligrosa ante un Chelsea que realizó un partido bastante justo, de aprobado raspado, y que en la segunda parte si que dispuso de un par de ocasiones en las que se encontró con, para variar, un gran David De Gea. En el aspecto ofensivo ya hemos dicho que la circulación de balón, en líneas generales, fue fluida. Pero en aspectos más concretos, como la salida, también experimentaron una mejoría palpable. Daley Blind, que volvía al centro de la zaga después de actuar como lateral ante el Stoke, formó un triángulo con Schneiderlin y Schweinsteiger a través del cual los red devils superaban la primera línea de presión del Chelsea con bastante facilidad. Ya había destacado en otros tramos de la temporada la capacidad de Blind para sacar el balón jugado, pero al contar con dos apoyos por delante como son los de Morgan y Bastian, además de las bajadas a recibir tanto de Mata como de Ander en alguna ocasión, es todavía más efectiva. La diferencia con respecto a cuando la salida es responsabilidad de Chris Smalling es notable. Pese a que Smalling está experimentando una gran mejoría este curso, con el balón en los pies sigue dejando algún que otro error.

Ander Herrera completó un buen partido como mediapunta.

En los metros finales los protagonistas fueron Ander, Mata y, sobre todo, Martial. Los dos españoles adoptaron un papel más asistente, moviéndose por todo el frente de ataque y siendo los principales encargados de buscar ese último pase que generase una ocasión. Pero el principal foco de peligro fue Anthony Martial. El atacante francés, partiendo desde la banda izquierda, fue un quebradero de cabeza constante para Ivanović ya fuera llegando a línea de fondo o tirando la diagonal hacia el área. Y es que pocos defensores hay en la Premier League, incluso podríamos decir que en todo el plano internacional, que puedan hacer frente a esa potente arrancada que tiene Martial cuando recibe y encara. Precisamente sería de una de esas arrancadas en diagonal de donde el ex del Mónaco sacó un potente disparo raso que se topó con el poste de la portería defendida por Courtois. También se había encontrado con uno de los postes, en este caso el larguero, Juan Mata al poco de comenzar el encuentro. Y es que entre los postes y Courtois, muy acertado cuando tuvo que intervenir, evitaron la recompensa del gol para una de las mejores actuaciones que se le recuerdan al United esta temporada. Pudimos ver un Manchester United mejor en el juego, pero no en el resultado.