miércoles, 8 de julio de 2015

El equipo de la fe

Si se puede destacar una cualidad de Suecia es, sin duda, su fe inquebrantable. Su camino hasta el titulo de campeón de Europa Sub -21 no ha sido nada fácil. De hecho me atrevería a decir que ninguno de los otros candidatos han tenido que superar tantos momentos críticos a lo largo de la fase de clasificación y de la fase final como ellos. Ya en el play-off de clasificación tuvieron que superar a una selección francesa que era considerada como una de las más fuertes de la categoría. Y tras la derrota por 2-0 cosechada en la ida, se vieron obligados a la remontada en la vuelta. Con 3-0 en el marcador ya en la recta final del encuentro la clasificación parecía sentenciada, pero un tanto de Kurzawa en el minuto 87 les arruinaría la fiesta a los jugadores de Ericson, o al menos eso parecía lo más normal en aquel momento. Pero como esta Suecia se caracteriza por su fe, por no perder la esperanza y crecerse en los momentos importantes, en el descuento lograron el cuarto tanto y el pase a la fase final del Europeo Sub-21.
Imagen de la famosa celebración realizada por Kurzawa tras su tanto en el minuto 87.

Y ya en Praga, el camino no iba a ser mucho más sencillo. Ya en el debut se encontraron con sus primeras dificultades a la media hora de juego: error en la salida, expulsión de un defensor y tanto italiano de penalti. No habría imaginado un debut así Ericson ni en la peor de sus pesadillas, pero les tocó vivirlo. Y superarlo, porque fueron capaces de hacerlo. Tras el descanso, supieron sobreponerse a la inferioridad numérica y lograron el empate. La expulsión de Sturaro igualaría las tornas numéricamente hablando, y esto facilitó que una Suecia que venía de menos a más acabara culminando la remontada. Sin duda, su carta de presentación resaltaba la mayor de sus cualidades: el esfuerzo. A donde otros equipos llegaban a base de calidad, ellos llegaban mediante ganas y esfuerzo. Pero antes de finalizar la fase de grupos, volverían a tener otro momento clave similar al vivido contra Francia. En la última jornada se jugaban el pase a semifinales ante Portugal en un encuentro en el que el empate, debido al resultado que se estaba dando en el Inglaterra-Italia, les valía. Portugal se adelantaría en el segundo tiempo, casi en la recta final, por lo que parecía que la andadura sueca en la competición estaba cerca de llegar a su final. Pero otra vez los jugadores de Ericson no dejaron de creer y de intentarlo, y el esfuerzo realizado terminó obteniendo su recompensa con el gol de Tibbling en los últimos instantes del partido.

Sin duda un camino lleno de piedras, duras y grandes piedras. Pero el hecho de ir superándolas según iban apareciendo provocaba al mismo tiempo un aumento en la confianza de los jugadores y un crecimiento como grupo. Y así se plantaron en semifinales ante Dinamarca, el que quizá era considerado como el tercer equipo más potente del torneo. Y, en otro momento clave como es cualquiera semifinal, completaron el que para mí fue su mejor partido en el torneo. Fueron superiores en todo momento, sabiendo complicar mucho el juego danés gracias a su trabajo defensivo y aprovechando al máximo sus oportunidades en la parcela ofensiva. Además contaron con la aparición de la figura de Guidetti, el mejor sueco en esta competición, que aportó un gol y una asistencia en el primer tiempo que pusieron muy de cara el encuentro. Solo sufrirían unos instantes tras el gol de Dinamarca que ponía el 2-1 en el marcador, pero no tardarían mucho en volver a sentenciar el encuentro con dos tantos más que terminaron redondeando el resultado en un contundente 4-1.

Ya en la final, ante la toda poderosa Portugal, volverían a completar otro gran partido pero sin tantos alardes. El dominio portugués sería evidente en buena parte del encuentro, pero sus problemas de gol y la gran labor defensiva sueca propiciaron el empate al termino de los 90 minutos. En la prórroga el guión no cambiaría en exceso, y el partido terminó llegando a la tanda de penaltis. Después de haber estado al borde de la eliminación en dos ocasiones, una ante Francia y otra ante Portugal, la selección sueca se encontraba a tan solo una serie de lanzamientos desde los once metros de poder alzarse campeona. Y, como era de esperar, no desperdiciaron su oportunidad. El lanzamiento de William Carvalho, bastante desafortunado, confirmó la victoria de Suecia en un Europeo Sub-21 por primera vez en su historia. Y, si lo piensas bien, no hay mejor guión posible para ganar un primer titulo. Teniendo que levantar dos situaciones muy adversas por el camino, una victoria abultada en semifinales ante uno de los equipos que eran considerados como favoritos y un partido muy seguro en la final ante la gran favorita. Uno de los equipos más luchadores que he visto, con más fe, ha logrado el primer titulo para su país. Que más se les puede pedir!
La selección sueca celebró el titulo recordando a Kurzawa.

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