lunes, 24 de agosto de 2015

Cosa de porteros

El encuentro comenzaba marcado por un hecho: las bajas por problemas físicos en ambos conjuntos. Lallana y Henderson causaban baja en el Liverpool, mientras que Metesacker y Koscielny lo hacían en el Arsenal. Como era de esperar, por la posición que ocupan y por quienes son sus sustitutos, se notó más la ausencia de dichos jugadores en el conjunto londinense. Ni Gabriel ni Chambers, sobre todo el segundo ya que el brasileño fue de menos a más a lo largo de los 90 minutos, lograron transmitir seguridad a sus compañeros. No se notó tanto en el tramo inicial, donde ambos conjuntos se mostraron imprecisos en un escenario igualado, pero si según fueron transcurriendo los minutos. El pésimo nivel ofrecido por Calum Chambers en la parcela defensiva -no disputaba un partido oficial desde el pasado mes de marzo- y lo impreciso que se mostró con el balón en los pies, posibilitaron que el Liverpool fuera de menos a más en el encuentro hasta llegar al punto de que en el primer tiempo los de Rodgers fueron claramente superiores. Los 'reds', sin realizar una presión demasiado intensa, lograban recuperar en zonas muy altas debido a los errores del Arsenal en la salida de balón. El iniciar los ataques tan cerca del área les permitía coger a la defensa descolocada y, con combinaciones rápidas, generar ocasiones con cierta facilidad. En ese contexto se pudo ver a un gran Philippe Coutinho, que protagonizó una gran primera parte encontrándose hasta en dos ocasiones con el poste en su camino hacia el gol. También se encontró con un estorbo Benteke en busca de su segundo gol con el Liverpool. Pero en éste caso no sería el poste, sino Petr Cech. El guardameta checo, para resarcirse de su mal debut en el Emirates contra el West Ham, realizó un par de intervenciones de mucho mérito para mantener a su equipo en el partido.

Y tras el descanso cambiaron las tornas. El Arsenal logró minimizar las perdidas en la salida, llegando a campo contrario con el balón controlado con mayor facilidad. Poco a poco los de Wenger fueron encerrando al Liverpool en su área, convirtiéndose el segundo tiempo en un dominio 'gunner' casi absoluto. E igual que las ocasiones llegaron para el conjunto de Mersey en la primera parte, éstas hicieron lo mismo en la segunda para los londinenses. E igual que fue Cech quien salvó a su equipo cuando éste sufrió, Simon Mignolet hizo lo mismo cuando el Liverpool lo pasó mal. El guardameta belga tuvo que intervenir en acciones con cierto peligro, siendo la más destacada un disparo a media vuelta dentro del área de Olivier Giroud, y ante todas ellas respondió de manera correcta para evitar el tanto londinense. Pero no estaría sólo en la tarea de dejar, por tercera vez consecutiva, la portería imbatida. Sino que le arropó una línea de cuatro que sigue mostrándose sólida y en la que cada uno de sus integrantes sigue dando un nivel bastante bueno. Pero hoy hubo dos figuras que destacaron sobre las del resto. Una fue la de Martin Skrtel y la otra la de Joe Gómez. El central eslovaco se mostró muy seguro yendo al cruce en acciones limite, arriesgó, si, pero acertó. En el caso del joven zaguero inglés había ganas de evaluarlo en su primer partido ante un rival de la zona alta, y ha aprobado con nota el examen demostrando que en él hay el potencial de un central de primer nivel si nada se tuerce.
Cech salvó en el primer tiempo, y Mignolet lo hizo en el segundo.

Pero no fueron los centrales, ni Coutinho o Cazorla, quienes marcaron el devenir del encuentro. De hecho lo más probable es que no se contara con el factor determinante de quienes lo marcaron por diferentes motivos. No es la posición para la que se realizan los fichajes galácticos, ni las inversiones en ella suelen ser a menudo muy grandes. No reciben muchos titulares, y cuando los reciben suele ser criticándoles sus fallos y no alabándoles sus aciertos. Cuando llega una cita importante tampoco suelen ser considerados un factor determinante en la misma, como sucedió ésta vez. Parecen ser los olvidados, pero son una de las partes más importantes del equipo. Son los porteros. Los únicos jugadores que no cuentan con nadie por detrás para solucionar sus errores, como si tienen el resto. Un buen portero es un gran porcentaje dentro de su equipo, ya que él también puede dar puntos con sus intervenciones como lo hacen los delanteros con sus goles. Y ésta ha sido una demostración de ello. Los porteros de ambos conjuntos, uno en cada tiempo, cobraron un papel protagonista en el encuentro. Gracias a ellos se terminó con 0-0 en el marcador, éste resultado suele ir asociado a un partido gris pero ésta vez fue todo lo contrario, y tanto Arsenal como Liverpool se llevaron un punto de un partido en el que ambos pudieron salir derrotados. Fue su partido. Fue el partido de Petr Cech y Simon Mignolet. Fue cosa de porteros.

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