lunes, 10 de agosto de 2015

Coutinho, decepcionante y salvador

Que el Liverpool fracasara estrepitosamente, o al menos decepcionara, la temporada pasada se debió a dos déficit que saltaban fácilmente a la vista. El primero era los problemas que tenía el equipo para generar ocasiones claras, lo que se tradujo en una escasez de goles. La marcha de Suárez estaba claro que se iba a notar, pero el hecho de que los jugadores fichados para reemplazarlo no rindieran a buen nivel y que Sturridge estuviera gran parte del año lesionado lo acrecentaron. Los de Brendan Rodgers pasaron de anotar 101 goles en la Premier en la temporada 2013/2014 a marcar tan solo 52 en la 2014/2015, lo que sin duda es un hecho significativo. Y el otro gran problema, este ya había estado presenta hace dos campañas y fue el gran culpable de que la Premier no se quedara en Anfield casi un cuarto de siglo después, fue la fragilidad defensiva. La temporada en la que los 'reds' fueron subcampeones por detrás del City, Mignolet encajó 50 goles tan solo en la competición liguera, mientras que la pasada esa cifra bajo hasta los 48. Sin duda el rendimiento defensivo en la era Rodgers en Anfield nunca ha sido el acorde a un equipo con los objetivos que se marca el Liverpool, por lo que éste es otro aspecto que debe mejorar considerablemente si quiere volver a la Champions League.

Y ayer en el Brittania Stadium uno de esos déficit volvió a hacer acto de presencia: los problemas para generar ocasiones. El doble pivote que alineó Rodgers, formado por Henderson y Milner no destaca principalmente por dar al equipo una buena salida de balón, lo que obligaba a Coutinho a retrasar su posición para facilitarla. Pero el brasileño tampoco estuvo a su mejor nivel, por lo que el los 'reds' sufrían mucho para llegar a la zona de tres cuartos de campo con el balón controlado. Y ahí, cuando se necesitaba un último pase que generara una ocasión de peligro, el Liverpool volvía a acusar el nivel decepcionante de Philippe Coutinho. El ex del Inter se mostró disperso, sin tener apenas incidencia en el juego durante algún tramo del encuentro, y erróneo en el pase. Éste problema de creación se solucionó, o al menos se redujo su repercusión, con la entrada de Emre Can en el partido. El centrocampista alemán, que entró en lugar de Lallana, se colocó como mediocentro por detrás de Milner y Henderson, permitiendo así que ambos jugadores explotaran su mejor cualidad: la llegada en segunda línea. Con este nuevo sistema táctico los de Brendan Rodgers mejoraron considerablemente, y fue entonces cuando comenzaron a llegar las primeras ocasiones de gol a su favor. No fueron muchas, todo hay que decirlo, pero al menos lograron inquietar la portería defendida por Butland. Viendo la considerable mejoría que mostró el equipo en los minutos que Emre Can estuvo en el terreno de juego, no sería de extrañar que Rodgers le de continuidad al sistema ya desde el inicio en la siguiente jornada.
Así acabó el Liverpool el encuentro en el Brittania (Foto: sharemytactics.com)

Un equipo mucho más sólido

El otro gran problema de antaño, la facilidad con la que el equipo encajaba goles, en el partido del debut pareció quedar atrás. La pareja formada por Skrtel y Lovren, arropados por Nathaniel Clyne y Joe Gómez en los costados -el joven central completó un partido decente como lateral izquierdo en el día de su debut-, se mostró sólida atrás, transmitió seguridad y no cometió ningún error. No sorprende en el caso de del eslovaco, que ha sido el único zaguero capaz de mantener un nivel óptimo con regularidad en las últimas temporadas, pero si en el de Dejan Lovren. El central croata no ha vuelto a rendir al nivel que ofreció en su temporada en el Southampton, y que le valió su llegada a Anfield, desde que Rodgers pagara por él alrededor de unos 25 millones de euros. Recuperar la mejor versión de Lovren sería el primer paso, y uno de los más importantes, de cara a formar una línea defensiva sólida; el siguiente ya sería dar continuidad a una misma pareja de centrales que se entienda bien.Veremos si esto es solo cosa de un día o consiguen darle continuidad a lo largo de la temporada, empezar el año con un 'clean-sheet' siempre es un extra de confianza, ya que si no consiguen mejorar el rendimiento defensivo de las últimas campañas volverán a fracasar estrepitosamente. 
Estadísticas de la era Rodgers.

Coutinho, decepcionante y salvador

Como ya hemos dicho, el rendimiento de Philippe Coutinho en el día del debut fue bastante decepcionante. Nadie duda del talento y de la calidad que atesora el centrocampista brasileño, y por eso se le pide que asuma el liderato del equipo. Para ello tendría que ser mucho más regular, que sus apariciones sean mucho más continuadas a lo largo de todo el encuentro para dirigir los ataques 'reds'. Eso es algo que no le ha caracterizado a lo largo de su carrera, donde se le ha tachado de jugador irregular en infinidad de ocasiones, y que ayer se volvió a evidenciar. Lo que si se le ha reconocido siempre es esa facilidad que tiene, gracias a su talento, de aparecer sin avisar para cambiar por completo el rumbo del encuentro en una acción puntual. Ya le hemos visto ganar partidos él solo con alguna acción de ese estilo, y ayer lo volvió a hacer. En un partido gris en líneas generales, sin muchas ocasiones como ya hemos dicho, Coutinho apareció en la recta final para anotar un gran tanto -recibió de espaldas, dejó atrás a su defensor con un gran giro y, desde la frontal, puso el balón en la misma escuadra haciendo imposible la estirada de Butland- y darle los 3 puntos a su equipo. Ayer Coutinho fue decepcionante y salvador a partes iguales, pero se sigue esperando más de él esta temporada.
Philippe Coutinho cuajó un mal partido, pero apareció para dar los 3 puntos a su equipo.

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