Un partido muy negativo

La visita del Lille al Stade Louis II ha sido muy negativa para los intereses monegascos. No es que los de Jardim hayan cuajado un mal encuentro, todo lo contrario. De hecho el Mónaco regaló a sus aficionados una gran primera parte donde el dominio fue prácticamente absoluto y solo faltó finalizar con acierto alguna de las ocasiones generadas para poner la guinda a una buena actuación. La gran mayoría de esas ocasiones, y quizá las más peligrosas, surgieron por el costado izquierdo. Ahí se juntan Kurzawa y Cavaleiro, quienes forman una gran pareja gracias a la buena sintonía que tienen ambos desde el comienzo. A ellos se les suma de vez en cuando Bernardo Silva, que cae a una y otra banda desde la mediapunta para ofrecer un apoyo más por el interior. Entre los tres generaron constantemente superioridades sobre Corchia -fue sustituido a mitad del primer tiempo por Souampare tras un golpe en la cabeza- y Soufal. Ni las ayudas de Balmont podían evitar que tres jugadores con tanto talento desbordaran una y otra vez y sirvieran balones al centro del área, pero, como ya hemos dicho, faltó finalizar.

Todo iba bien. El Mónaco dominaba, no inquietaba mucho a Enyeama -solo tuvo que aparecer para desviar un lanzamiento de falta de Moutinho haciendo una gran parada- pero dominaba. El partido seguía un guión cómodo y todo parecía indicar que el primer gol caería del lado monegasco, ya que el Lille de Renard basaba sus bazas ofensivas en contraataques que no lograban llegar a buen puerto. Pero el partido daría un giro drástico, o comenzaría a darlo mejor dicho, cuando tras el primer acercamiento con peligro de los visitantes Kurzawa quedó tendido sobre el césped. El joven lateral tuvo que ser sustituido inmediatamente, lo que suponía el primer contratiempo de la noche. A partir de ese momento el Mónaco entró en un tramo de dudas, en parte por los ajustes tácticos realizados por el entrenador portugués, donde el Lille aprovechó para disfrutar de sus mejores minutos y poner en apuros a Subasić en un par de ocasiones. Y no mucho más tarde Jardim recibiría el segundo contratiempo de la noche, de nuevo en forma de lesión, esta vez sobre la figura de João Moutinho. El centrocampista portugués recibió un fuerte golpe en el tobillo y, tras intentar volver al partido, terminó siendo sustituido por Wallace. Sin dos de sus piezas clave, el Mónaco experimentó un bajón significativo en el juego. Ya no rompían las líneas defensivas del Lille con la misma facilidad, no gozaban de la misma profundidad por las bandas y los de Renard se encontraban mucho más cómodos sin el balón que en el primer tiempo.

La visita del Lille ha sido muy negativa para los intereses de Leonardo Jardim.

En la recta final apenas generarían ocasiones los monegascos. Tan solo disfrutaron de una ocasión lo suficientemente clara como para romper el empate, la cual fue una falta lejana rematada por Carvalho y ante la que Enyeama volvió a realizar un gran intervención. También les tocaría sufrir, ya que terminaron pidiendo la hora, las acometidas de un Lille que en la recta final se vino arriba en busca de la victoria. Al final el encuentro dejó un punto para cada conjunto, buenas sensaciones del Mónaco -sobre todo en la primera parte- y un aspecto muy negativo en forma de lesiones para Leonardo Jardim.